A continuación publicamos una reflexión del compañero Joaquín Carrasco:
La situación actual de crisis, también, y sobre todo, provocada por las guerras, si de algo se diferencia de otras vividas recientemente es en el hecho de no sernos indiferente a nadie. Ésta, o paraliza, porque abruma, porque infunde la sensación de que nada se puede hacer, o pone en marcha induciendo a la zozobra.
Zozobrar es trabajar animado por una esperanza; la de llegar a la orilla, al horizonte inmediato, a la utopía -siguiendo el símil de Eduardo Galeno- próxima a convertirse en realidad, fin ultimo de toda utopía.
Quien se aventura a zozobrar no lo hace merced al impulso de un objeto como bandera de uno u otro color, crucifijo, amuleto, etc., sino tal vez por lo que este simboliza, pues ningún objeto es trascendente, si bien puede mantener encendida la llama de un sentimiento.
El deseo es un sentimiento. No hay deseo mas noble que el de que toda persona y sobre todo las más débiles, indefensas y empobrecidas, vivan, y vivan aquí y ahora.
Para zozobrar, lo que se requieren son medios. Medios materiales y mediaciones compartidas. Organizaciones sociales; políticas, laborales, vecinales, etc. pues no somas para sí, sino para el conjunto de la humanidad.
1 comentario:
Quienes hemos conocido el Evangelio, sabemos que el dar vida fue lo que predicó Cristo (Mt 25, 31 y ss) y esa es la gloria de Dios (Ireneo/Oscar Romero) y por eso recurrimos, también, a los medios espirituales; la oración y la practica de los sacramentos, que no son fines en si mismos, pues como dijo el Señor, con una de sus frases mas duras: “No todo el que diga ``Señor, Señor`` se salvará, sino el que cumpla la Voluntad de mi Padre…” (Mt. 7, 21-27).
Adelante, joaquín carrasco
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