Algunos de nosotros llevamos tiempo militando en la izquierda alternativa, y hemos visto y vivido cómo, desde la ilusión de los inicios de IU, hemos ido pasando a la reproducción de concepciones orgánico-políticas que, no solo hemos sido incapaces de superar, sino que hemos acabado reproduciendo todos los vicios de oligarquización, culto a la personalidad, burocratismo y jerarquización de los antiguos partidos políticos.
Tanto las diversas direcciones de IU, con sus luces y sus sombras según el momento concreto de cada una de ellas, como todas y todos los militantes de IU, en mayor o menor medida, hemos fracasado colectivamente en el intento de recrear, fortalecer y recuperar un proyecto serio y riguroso, democrático y participativo, realista y constituyente en el amplio marco del socialismo democrático. Y sin embargo, pese a los años de militancia transcurridos, somos y seguimos siendo conscientes de que hay espacio político, llámese como se llame, para una acción de izquierdas merecedora de los objetivos y las formulaciones iniciales de IU.
Pero es indiscutible la necesidad de un revulsivo político. La lenta agonía del proyecto de unión de las izquierdas necesita una revitalización en este momento histórico que vivimos. Una revitalización necesaria que nos convierta, de nuevo, en una herramienta útil para la transformación social. Por eso somos conscientes de la necesidad de nuevas aportaciones ideológicas, políticas, tácticas y estratégicas, y en resumen, nuevas aportaciones organizativas.
Consideramos este momento histórico que vivimos como la oportunidad de reconstruir una visión de izquierdas a partir de un ejercicio abierto, sin dogmatismos sectarios, y una oportunidad de desarrollar un trabajo profundo de renovación de formulaciones anteriores. Y para ello, nos reconocemos, sin complejos, vinculados a las ideas y prácticas políticas que históricamente han tenido como objetivo fundamental la emancipación del ser humano, afirmando para ello el rechazo a cualquier visión excluyente de cualquiera de aquellas formulaciones que históricamente ha pretendido tal objetivo.
Sin entrar en contradicción con la anterior formulación, y por ello partiendo de aquellas formulaciones históricas como base desde la que lograr un cuerpo ideológico útil para el siglo XXI, afirmamos la necesidad de repensar esa izquierda, con el objeto de crear nuevas perspectivas y renovar el pensamiento. En el proyecto histórico del socialismo, muchas de sus expresiones políticas e ideas interpretativas de la realidad han quedado desfasadas o superadas. Nos disponemos a edificar un colectivo de izquierdas en un tiempo histórico en el que la izquierda experimenta una profunda crisis, más en lo que respecta a su proyecto estratégico-ideológico que a sus valores y referencias históricas. A eso debemos añadir la desorientación producida por la globalización. Sabemos que la izquierda del siglo XXI no será la de finales del siglo XIX, y tampoco podrá ser la misma que la izquierda del siglo XX.
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2 comentarios:
Buen artículo. Acabo de descubrir este blog por casualidad y, a pesar de tener todavía poco contenido, me ha gustado.
Mis felicitaciones.
Saludos desde Mieres, Asturies.
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