miércoles, 20 de mayo de 2009

EL RENCOR DE LA DERECHA A MARGARITA NELKEN

La retirada de la calle de Margarita Nelken por parte del gobierno del PP en el ayuntamiento de Badajoz requiere una serie de puntualizaciones:
1) La retirada de la calle Margarita Nelken nos parece una vendetta, una burda treta revanchista iniciada por algún cronista desinformado o malintencionado. Además, es una iniquidad intentar comparar la figura de Margarita Nelken, elegida democráticamente por la circunscripción de Badajoz en las tres elecciones republicanas, con Manuel Carracedo, conspirador y traidor al régimen democrático de la II República.
2) La retirada de la calle Margarita Nelken nos parece una vendetta, una burda treta revanchista iniciada por algún cronista desinformado o malintencionado. Además, es una iniquidad intentar comparar la figura de Margarita Nelken, elegida democráticamente por la circunscripción de Badajoz en las tres elecciones republicanas, con Manuel Carracedo, conspirador y traidor al régimen democrático de la II República.
3) Se argumenta también la presunta “extrema radicalidad” de los escritos de la Nelken los cuales “incitaban a la pena de muerte”. Sin embargo, en honor a la exactitud histórica, en la II República, los únicos intentos por instaurar la pena de muerte provinieron de las derechas:
* En abril de 1932, el diputado del derechizado Partido Radical Santiago Rodríguez Piñero presentó una proposición de ley a favor de la pena de muerte como castigo a determinados delitos (Congreso de los Diputados. Diario de sesiones del día 8 de abril de 1932).
* El 3 de abril de 1934, dos años después, cuando España era gobernada por las derechas, el ministro de Justicia Álvarez Valdés presentaba un proyecto de ley en el que se recogía la pena de muerte para castigar algunos delitos (Congreso de los Diputados. Diario de sesiones del día 3 de abril de 1934).
4) En la Constitución de 1931 -que Margarita Nelken ayudó a aprobar- no se hace ninguna mención a la pena de muerte; extremo que si se recoge, por cierto, en la de 1978, cuyo artículo 15 dice: “…Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra”. Pero lo realmente escandaloso, como me ha apuntado una entrañable amiga, es que sea el PP quien acuse a Nelken de ser partidaria de la pena de muerte, y olvidan que su fundador, el fascista de Fraga Iribarne, firmó pena de muertes durante su etapa de misnistro franquista, ¡¡ Que desfachatez y que interesada forma de ignorar su propia memoria ideológica!!
5) Sí es cierto que los escritos de la Nelken fueron más vivos y belicosos conforme se fueron sucediendo los años del periodo republicano y los tres años de guerra, especialmente en estos últimos. La deriva de la guerra, las matanzas llevadas a cabo por falangistas y militares rebeldes necesitaban de una arenga continua para que los defensores de la patria, los republicanos, no cayeran en el desánimo. Ello no quiere decir que la Nelken cayera entonces en el fácil recurso del ojo por ojo. Desde que escribió su primer libro, La condición social de la mujer en España”, en 1919, Margarita Nelken sería continuamente ultrajada e insultada (incluso por sus compañeros de coalición) por la defensa a ultranza que hizo de la condición femenina en una España carpetovetónica.
6) Su posicionamiento al lado del campesinado extremeño tampoco le sirvió para atemperar las acerbas críticas que sufrió desde todos los campos políticos. Una de las voces que más se caracterizaron por señalar la naturaleza nociva de Margarita Nelken fue el también traidor y golpista general Sanjurjo.
7) Durante la guerra también recibió todo tipo de acusaciones. Por ejemplo, se le acusó de dinamitar el Alcázar de Toledo que defendió el traidor y golpista general Moscardó. Conociendo el mito construido alrededor de la patética defensa del Alcázar, es fácil entender el porqué de la patraña de acusarla de dinamitar la fortaleza.
8) Por otra parte no solo quiero cantar las excelencias de la diputada extremeña. No comparto el trabajo parlamentario que realizó en contra de conceder en España el voto a la mujer. Sus argumentos de que la mujer estaba condicionada por el marido o el confesor, lo que le impediría votar con libertad, no nos parecen suficientes como para haberse opuesto a la concesión de uno de los derechos inherentes a la condición humana.
9) Pero sabiendo la lucha que desde bien temprano emprendió Margarita Nelken con el fin de mejorar la cuestión social y política de la mujer, escribiendo artículos en los que el feminismo era el protagonista, señalando la importancia que para la definitiva emancipación de la mujer tenían cuestiones como el divorcio, la sexualidad, la maternidad… Sin olvidar, claro está, los derechos laborales que toda mujer debía poseer.
10) Durante la guerra apoyó la ayuda de la mujer en la retaguardia: fábrica, hospitales, manutención de soldados… Sus discursos y arengas valieron igualmente para mantener el ánimo de los defensores de la democracia. En noviembre de 1936, en el asedio rebelde a la capital de España, no abandonó Madrid. Su presencia continua en los distintos frentes y en toda manifestación cultural en defensa de la República, fue un revulsivo más para muchos de los lucharon por la libertad.
11) En México, ya en el exilio, abandonó la tribuna política y se dedicó a su pasión. Crítica de arte, escribió en los medios más prestigiosos del país azteca. Así se destapó como lo que había sido siempre, una intelectual comprometida con muchas causas, pero sobre todo con las del feminismo y la defensa de los más desfavorecidos.
En base a todo lo apuntado aqui, concluyo que somos muchos los que creemos que Margarita Nelken es digna de merecer una calle, no solo en Badajoz, sino en cualquier sitio; y que lo que se va a perpetrar hoy aquí –la retirada de la calle- no es más que una burda treta revanchista de la que el equipo de gobierno, más tarde o más temprano, seguro tendrá que arrepentirse.

jueves, 14 de mayo de 2009

LOS DESAFIOS HISTORICOS DEL NUEVO SOCIALISMO

Leyendo en Rebelión.org he encontrado un articulo de opinión firmado por Homar Garcés, que me permito transcribir aqui porque entiendo que puede ser una buena reflexión que propicie el debate. Creo que la copia de dicho artículo, y señalanado que está ubicado en www.rebelion.org , no debe implicar ningun problema por repetirlo aquí, si no fuera así, una sola indicacion sería suficiente para eliminar la transcripción, pero repito que su lectura puede propiciar un debate muy en sintonía con la línea de aquellos que buscamos una nueva elaboración de propuestas de izquierdas para el siglo XXI. Y en este sentido, desde el mismo título de Homar Garcés, ya apunta aportaciones que entinedo requieren de un debate reflexivo y sereno. Espero que sirva para lo dicho un saludo.
LOS DESAFÍOS HISTÓRICOS DEL NUEVO SOCIALISMO
Uno de los tantos desafíos históricos que debe enfrentar el socialismo en este siglo es el relacionado con el ejercicio del poder, la cuestión nacional y la eliminación radical de las relaciones de producción y de aquellas que, a su vez, se derivan de ellas en lo social. Estos son elementos primordiales que, al resolverse, le darían consistencia sólida a los ideales socialistas, pero que -si se mantienen bajo cualquier argumento- los negaría por completo, siendo simple reformismo populista, a pesar de la retórica y de la propaganda revolucionaria.
Muchos todavía se aferran a la común idea de que el nuevo socialismo debe alejarse de las fuentes que lo han nutrido y justificado en el tiempo, como Carlos Marx, de quien dicen hay que trascenderlo, pero utilizando la mayoría los mismos alegatos prejuiciados esgrimidos siempre por los sectores de la derecha; de ahí que consideren su invaluable contribución a la comprensión de esta alternativa revolucionaria al capitalismo como algo desdeñable y poco menos que intrascendente. Para respaldar esto último, exhiben lo hecho por China, Vietnam y, en una menor medida, por Cuba en materia económica, sin mayores pretensiones de producir un debate serio sobre tan importante tema.
Así, el socialismo requiere, hoy más que nunca, de definiciones más cercanas a las realidades que confrontan los pueblos del mundo, abarcando con mayores detalles los aspectos que fueran inicialmente abordados, estudiados y adelantados por Marx y Engels, sin menospreciar lo propio de Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, Gramsci, el Che Guevara y otros no menos importantes luchadores socialistas, incluyendo a los ácratas; pues, este socialismo que se pretende nuevo no tiene una sola vía posible, sino varias, como lo demostrara en su momento la Revolución Cubana. Tal legado, en su conjunto, representa un punto de partida para la construcción del socialismo, más aún cuando presenciamos la catastrófica crisis global padecida por el capitalismo, la cual -por cierto- se antoja profunda y duradera, a pesar de las iniciativas multilaterales adoptadas por los gobernantes de las grandes potencias industrializadas. A ello habría que agregarle los estudios recientes realizados por una gama de teóricos socialistas a la luz de los múltiples acontecimientos que sacuden al mundo desde finales del siglo pasado, especialmente a nuestra América, que bien podrían ampliar los horizontes abiertos por el socialismo, dado que es harto necesario que se entienda, al menos, que éste -muy contrariamente a la imposición de un pensamiento único por parte del capitalismo- tiende más a la preservación de la diversidad en todas sus manifestaciones, cosa que olvidaron muchos durante las diferentes experiencias revolucionarias del pasado, obligados por los avatares de la Guerra Fría , siendo un elemento manipulado hasta la saciedad por los sectores contrarrevolucionarios a nivel planetario para infundirles terror y desconfianza a los pueblos que anhelan su liberación.
Esto no es, ni debe serlo jamás, obstáculo que impida cubrir la necesidad urgente de una teoría y de una praxis genuinamente humanistas, emancipatorias y pluralistas que plasmen y profundicen el socialismo (sin más etiquetas), teniendo en los sectores populares su principal base de sustentación, sin cúpulas “iluminadas” ni líderes “carismáticos” que secuestren y usurpen la voluntad general, tal como sucede tradicionalmente bajo el sistema representativo que tanto gusta a Estados Unidos. Sin embargo, todavía los revolucionarios habrán de enfrentar las acciones y las voces de quienes, desde sus trincheras de autoridad partidista y/o gubernamental, aspiran acallar y segregar el espíritu rebelde y subversivo de la revolución socialista. En esta lucha constante, se deben promover, acompañar y precisar los objetivos revolucionarios del pueblo, haciendo posible -en consecuencia- el verdadero socialismo.