domingo, 16 de agosto de 2009

¿CONCIENCIA DE MEMORIA O SIMPLE ACTO MEDIATICO?

Este año había decidido, con suficiente antelación, que iría a los actos que anualmente se celebran en el antiguo cementerio de Badajoz en recuerdo de los que fueron asesinados por defender la legalidad republicana. Había motivos de sobra para asistir: la intolerancia y el tic dictatorial del gobierno municipal eliminando del callejero la calle de Margarita Nelken mientras, para escarnio de cualquier demócrata, persisten en ese mismo callejero diversos nombres abiertamente vinculados a los golpistas y a la dictadura franquista (el alcalde franquista Fernando Calzadilla, el golpista General Carracedo, etc) pero también es un motivo de peso la eliminación del muro donde fueron fusilados los demócratas, recubiertos ahora de un elegante diseño destinado a ser agente de amnesia colectiva.
Mi sorpresa en el referido acto no ha sido la utilización de caracter partidista, habitual año tras año. Iba vacunado al respecto para evitar cualquier sarpullido alérgico en el plano ideológico. Lo que realmente me ha parecido increíble es que, en las breves palabras que pronunció el diputado del PSOE Francisco Fuente, no hiciera ni una sola referencia a los motivos anteriormente referidos. Ni una sola crítica a la eliminación de la calle de Margarita Nelken ni tampoco ni una tímida referencia a los otros motivos señalados.
No puedo asegurar que la presencia de banderas republicanas les molestase a los organizadores aunque a nadie se le escapa la evidencia de la incomodidad interior que se les nota por ello.
Hubo referencias a la Transición, que según del orador fue como fue afirmando que fue en todo caso un acuerdo asumido, pero nada más. Aunque algún día habrá que hablar más claramente de lo que tal Transición fue realmente y que en términos gramscianos podría definirse como una revolución pasiva efectuada por las élites dirigentes de los partidos, sin una mínima participación de las bases. Pero ya hablaremos de ello en otro momento.
La cuestión es que acabado el acto sentí la sensación de haber asistido a un acto de autojustificación paralelo a la memoria, pero en ningún caso me pareció un acto de consciente de memoria histórica, ni por supuesto un acto de recuperación de compromiso político con las ideas republicanas. Se habló de los que defendieron la legalidad republicana, pero nada de la vigencia y la actualización de las ideas regeneracionistas de aquellos asesinados.
Eso fue exactamente. Un acto de partido, de cara a la galería, pero con una total ausencia de compromiso y coherencia con las victimas. En resumen : un acto políticamente correcto que en ningún caso se aproximo al borde de la línea del compromiso.
Pero ¿qué podía esperarse? reconozco que incluso yo cometo el error, de forma inconsciente, de interiorizar ese discurso tramposamente elaborado, pero eficaz sin duda, de la existencia de una "supuesta" izquierda, teóricamente útil y pragmática. Sin embargo después de reflexionar y vivir sus manifestaciones objetivas, la evidencia política es que toda su puesta en escena no pasa de ser simplemente otra cosa, un mero discurso publicitario, pero sin fondo ni contenido alguno con el cuerpo ideológico de la izquierda.

martes, 4 de agosto de 2009

¿Inquisición y fundamentalismos?

Con relación al artículo del Cardenal Amigo Vallejo, en el Periódico Digital:
file:///C:/Documents%20and%20Settings/user/Escritorio/PTE.%20LECTURA/xtmo-politica/Libres%20de%20temor/Inquisici%C3%B3n%20de%20cuarto%20y%20mitad.htm
Al que, también, se refiere el teólogo Juan José Tamayo en su artículo ¿Reprobación política del Papa? En El Periódico:
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=614062&idseccio_PK=1006
Como ciudadano católico manifiesto, con todo el respeto, que en absoluto me identifico con la opinión de Monseñor Cardenal Carlos Amigo Vallejo. Y no lo hago porque:
1º Para mí es una falta de respeto referirse a cualquier colectivo como:“una minoría de cuarto y mitad, como escribí hace tiempo”, a parte de otras lindezas que vierte en su epístola.
Yo, personalmente, estoy con Monseñor Oscar Romero, cuando dice: “La justicia es nuestra fuerza, la verdad es lo que hace grande la pequeñez de nuestros medios. Por eso se le teme” (Homilía 8 de octubre de 1978, V p. 237)
Hoy le ha tocado a otra institución; la Casa Real:
http://www.publico.es/xalok/242241/cayo/lara/sostiene/casa/real/incurre/cohecho/pasivo
2º Porque objetivamente, según datos de El País, esa minoría a la que Monseñor se refiere, en 2008, obtuvo 188.723 votos más que CiU, a pesar de lo cual ésta consiguió 11 escaños frente a los 2 de aquella. Hace “tiempo”, en el 2004, con 1.263.043 votos obtuvo 5 escaños frente al doble obtenido por CiU con sólo 829046 votos.
http://www.elpais.com/especial/elecciones-generales/congreso
3º Al margen de otras consideraciones, en mi opinión es una auténtica falta de consideración a esos cientos de miles de personas que, en el ejercicio democrático, han apoyado esa opción política. Entre los y las cuales hemos católicos y católicas, pues se equivoca Monseñor si piensa que el Cristianismo es patrimonio de la derecha. A conocer este dato, además de la historia, le sería muy útil el escuchar más a la Asamblea de los fieles y monologar menos; es decir la aplicación del método inductivo y no el deductivo, como recomendara, a la jerarquía eclesiástica en general, Juan XXIII en los previos del concilio Vaticano II.
4º Los ciudadanos y las ciudadanas en general, en un sistema democrático, tenemos todo el derecho a opinar, sobre todo con respeto. Entre tales ciudadanos y ciudadanas nos encontramos los cristianos, a quienes no represento, pero me consta que, como yo, muchos y muchas aman más la libertad que el culto al jefe, no tratándose del Señor; ante quien, únicamente, nuestras rodillas han de doblarse.
5º Por todo lo anterior, el asunto del que se trata: la reprobación pública del papa, no lo considero propio de sistemas inquisitoriales y fundamentalistas que, por decencia, no somos los católicos los más indicados para sacarlos a colación.
Como ciudadano, cristiano y de izquierda, aludo, de nuevo a Monseñor Romero cuando señala cuál debe ser el camino del cristiano:
“Hermanos, ¿quieren saber si su cristianismo es auténtico? Aquí está la piedra de toque. ¿Con quiénes estás bien? ¿Quiénes te critican? ¿Quiénes no te admiten? ¿Quiénes te halagan? Conoce allí que Cristo dijo un día: No he venido a traer la paz sino la división, y habrá división hasta en la misma familia, porque unos quieren vivir más cómodamente, según los principios del mundo, del poder y del dinero, y otros, en cambio, han comprendido el llamamiento de Cristo y tienen que rechazar todo lo que no puede ser justo en el mundo”. (Homilía 13 de noviembre de 1977, I-II p. 323)
El Amor y la Justicia son dones del Espírito, quien, como recientemente ha señalado Monseñor Rouco, sopla donde y cuando quiere, a pesar de la propia persona:¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?"(Evangelio de San Mateo. Capítulo 25, versículo 39)
Salud y abrazos,
joaquín carrasco